El día cero


Hay un día en el año, sin importar lo que hagas o pienses de ti mismo, te levantas con los dos pies derechos. Es el día en llegaste a este mundo a habitar el espacio que ocupas. Ocupar ese espacio es sentirte propio e independiente. Ese día tienes el poder universal de celebrarte.  Eres, por un instante, la posibilidad y un regalo en doble vía. 

Para ese día se recomienda despejar el corazón, sacar de él toda la maleza que abonas al no creer en ti mismo. Solo así recibirás un regalo perfecto. Solo cuando se despeja el corazón se permite el ingreso de la luz que no es otra cosa que claridad en lo que deseas. Luego, mirar el cielo, darle gracias a Dios por el amor, la familia, los amigos y la literatura.

Hay un día en que el libro que eres, cuando el corazón es una página en blanco, es redactado por el universo. Escriben en ti  que ser feliz es un derecho. Lo asumes y  lo aceptas. Entonces, ese capítulo de luz que eres fluye con todo  y a dónde vayas, a quién saludes, te recibirá con los brazos abiertos porque te has dado la bienvenida a ti mismo. Entendiste algo importante: Empezaste a vivir tu propia historia. Es decir, decretaste tener un lugar en el anaquel de los libros importantes de la biblioteca de la historia. 

3 coment�rios:

Elda dijo...

Una reflexión muy bonita escrita y muy importante.
Reconocerse a uno mismo como alguien importante y quererse sobre todas las cosas, es el comienzo para encontrarse bien y amar todo lo que te rodea.
Creo que si un no se amar, malamente se puede amar a los demás.
Me gusto mucho leerte Juan.
Un saludo.

Belén Rodríguez dijo...

Sin duda el día más importante y que marcará toda nuestra vida.
Un abrazo.

Juan Camilo dijo...

Elda
Gracias por su comentario. Muy acertadas tus palabras.

Belén
Sin duda en lo que dices.