27 de febrero 2020
Por Juan Camilo Betancur E.


La anciana indígena estaba sentada en su maloca con una corona de plumas, un tambor pequeño sostenido entre sus piernas y algunos cascabeles en el cuello. Tenía una especie de ruana de varios colores. Llevaba una vara en la mano que tenía talladas algunas figuras de animales. En la mano llevaba unas manillas con figuras precolombinas y fractales. Al lado estaba una joven de unos 20 años con un vestido enterizo, azul oscuro, con una cinta naranja en la cintura y unos collares diminutos en el cuello. La anciana con movimientos suaves tocaba el tambor y le hablaba a su aprendiz sobre sus antepasados, como si anticipara que esa era la última lección. 


—Nosotras vivimos apartadas de la civilización porque solo así podemos encargarnos de la vida espiritual de nuestro pueblo Inga. Nuestro pueblo es descendiente de los Incas de Perú. Y desde la época de Kapak Yupanqui, la tribu Mitimak (Ingas) era considerada una de las tribus más valientes. Tanto que en lengua quechua Mitimak significa (Mitikuy) irse y (Makay) pelear. Por eso, para el peregrinaje de nuestros antepasados, las mujeres chamanes se encargaron de cuidarlos. De esta forma el viaje por Quito-Ecuador hasta Valle del Sibundoy-Colombia, tendría éxito. Y eran necesarias las mujeres chamanes porque eran temidas y respetadas porque podían comunicarse con "Sué", el dios sol y con "Chía", la diosa luna. Por esto, podían utilizar sus poderes para derrotar a los enemigos porque podían maldecir y provocar accidentes. 

La muchacha interrumpió a la anciana para hablar. La anciana dejó de tocar su tambor y se quedó en silencio. Entonces la muchacha dijo: 

—Llevo mucho tiempo aislada en la selva y he aprendido hechizos contra el mal aire, rituales para escuchar a los ancestros, secretos para las picaduras de serpientes, ungüetos de hierbas para las infecciones, facultades para anticipar el futuro y así saber cuándo habrá buenas cosechas o tiempos malos. Creo que he aprendido todo lo necesario para ser una mujer chamán, sin embargo siento que todavía hay algo que me falta. Aunque sé todos los misterios me siento triste e incompleta. 

—Lo que falta —le dijo la maestra— ya no depende de mí. La magia, la verdadera, es imposible de aprender en los libros y en los rituales heredados de nuestras ancestras chamanes. Así que ha llegado tu momento, el de emprender tu propio camino y entender que la magia, la verdadera, depende es de la óptica de la maga y de su capacidad de encontrar el poder de su corazón. Ese poder es el amor. Sin ese poder, todo lo que has aprendido carece de sentido. Así que es hora de que marches y lo busques. 

24 de febrero 2020
Por Juan Camilo Betancur E.



Lleva mucho tiempo llegar a ser joven 
Pablo Picasso


El problema en Girardota y en la educación en general es pensar la educación por estancos: la familia, el jardín, la escuela. Y por un tiempo, la educación de los niños está a cargo de familia hasta que llegan a los jardines infantiles. A partir de ese momento los papás, desde que los niños están en los centros infantiles, paulatinamente empiezan a asistir menos a las reuniones de sus hijos, hasta que en la escuela muchos de los padres no vuelven a asistir a las reuniones y se desvinculan del proceso educativo de sus hijos. Cuando el proceso educativo es un proceso de transmisión porque todos: padres, agentes educativos y comunidad en general construimos el tejido social y podemos trasmitir lo mejor de nuestra cultura a los infantes para que tengan más herramientas para integrarse en la sociedad. Por tanto, la educación no es solo inicial ni por estancos sino para toda la vida e integral y por eso es de vital importancia pensarse la familia en los procesos de educación con la primera infancia. Por ello, “Me revientan los adultos, proyecto de promoción de lectura, de iniciación de yoga y de micro-crónicas radiales con la primera infancia”, busca por medio de la lectura de cuentos, de ejercicios básicos del yoga, manualidades, juegos y micro-crónicas radiales vincular a los padres en el proceso educativo de sus hijos. Esto gracias a un blog donde se publican las micro-crónicas radiales y los trabajos de creación literaria y que al ser consultado por los padres y familiares de los niños este blog se convierte en un medio de comunicación entre los padres de familia y un grupo cercano a los infantes. Y gracias a un formato tan grato como la radio, en este espacio comunicativo que posibilita el blog, se le puede dar voz a aquellas voces que para muchos no han sido tomadas en cuenta y que como todas las voces tienen el derecho a expresar y decir lo que piensan, sobre todo si el que habla es un niño. De tal manera, este espacio enfocado en un grupo focal: los infantes, pero que impacta a la familia ya que pueden escuchar a los niños hablar sobre temas como la amistad, las estrellas… y en este caso, preguntar a sus padres sobre las emociones, potencia las posibilidades de la infancia en el entorno familiar y así evitar que en el futuro sean actores del consumo de sustancias psicoactivas o de grupos armados. 

Además, en esta segunda fase, de programa de “Me revientan los adultos”, los niños saldrán de sus casas a buscar personajes, como pequeños periodistas. Para esto, se trabajará en las clases las preguntas, se establecerá un guión y luego los niños entrevistarán al personaje. Claro, todo con la autorización de los padres. Por tanto, este programa inicia con la entrevistas a los papás. Así que escucharán a los adultos respondiendo a los niños. De igual modo, aprovecho este espacio para invitar a los padres que se quieran vincular en esta iniciativa educativa con la primera infancia, me pueden contactar por correo electrónico: camirgo@gmail.com o al teléfono 3127959300 y así hacer partícipes a sus hijos de esta experiencia, que también estará en la Casa Cultural Talpa, un lugar soñado para la cultura en Girardota. 

Para esto, se parte de la comunicación como un proceso complejo de construcción colectiva de sentidos, por tanto, un proyecto como “Me revientan los adultos…” es interesante porque plantea un proceso complejo de construcción colectiva de sentidos, desde la mirada de los niños, con los padres de familia y los actores culturales del municipio de Girardota. Para ello se aprovechan las nuevas tecnologías de la comunicación, por medio de la internet y las micro-crónicas radiales para fomentar la cultura digital. De manera que un proyecto como estos se articula a las transformaciones culturales que ha generado la era digital en beneficio de la primera infancia. Por consiguiente, se supera la comprensión generalizada de la comunicación que está asociada a un proceso técnico de entrega y recepción de mensajes porque se reconoce al niño como un individuo de derecho, democrático, con actitudes y habilidades manifestadas desde el pensamiento y el lenguaje que le permitirá ser emocionalmente seguro, autónomo y capaz de establecer relaciones con él mismo, con las personas y el entorno. En tal medida, este proyecto es novedoso, porque no existe una experiencia que dinamice tanto la voz de los niños en el municipio y que esta voz, pueda ser tenida en cuenta por los adultos. 

Para ir concluyendo, este programa lo dedicamos a las emociones porque es importante la educación emocional en las familias para que los niños empiecen a darse cuenta de lo que sienten y aprendan, de esta manera, a descubrir las causas de sus rabias, tristezas, frustraciones, alegrías. Esto como un factor importante para que los niños puedan afrontar los problemas de nuestro tiempo como el estrés, la ansiedad, la depresión, el fracaso escolar, entre otros. Ya que desde un bienestar emocional se puede construir un mundo tangible, posible. Para esto estamos trabajando las cinco características de las emociones:

1. Autoconocimiento emocional: Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. 

2. Autocontrol emocional: El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones para no actuar ciegamente. 

3. Automotivación: Enfocar las emociones hacia objetivos y metas que nos permita mantener la motivación y establecer nuestra atención en objetivos realizables.

4. Reconocimiento de emociones en los demás: Las relaciones interpersonales se basan en el lenguaje no verbal que sirve para detectar emociones ajenas y los posibles sentimientos que transmite un gesto, un tic… que ayudan a establecer vínculos cercanos con el otro. Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es el primer paso para comprender e identificarnos con ellos. 

5. Relaciones interpersonales: Una buena relación con los demás es la fuente imprescindible para nuestra felicidad. Esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones; una de las claves de la Inteligencia Emocional.



08 de febrero 2020
Por Juan Camilo Betancur E.
Hace poco llegó a mis manos un libro de poemas, sin autor, titulado Enjambre. Me inquietó que no estuviera firmado. Este detalle me interesó porque el autor no quiere recibir los créditos. Cuando esta época está plagada de poetas que frecuentan los escenarios, las lecturas, las charlas y esos eventos que algunos escritores anhelamos, a veces, más que la misma literatura. Pero no, aquí no es el caso y hay que celebrarlo.

Enjambre remite a las abejas. Título sugestivo, sobre todo por la triste situación de las abejas en la actualidad. Sin embargo, el libro es una colmena pequeña de 14 poemas-abejas, sin reina, que intentan vengarse de una sociedad liderada por políticos sin voluntad política que aman las ciudades, la deforestación y a la extinción masiva de especies. Ante esto, el autor se pronuncia en su poema Cállate tus ideas revolucionarias: “qué es la sociedad?/ hormigueros y más hormigueros/ produciendo desierto”. 

Por otro lado, el poemario, así no esté firmado, deja ver a su autor, como si se tratara de un personaje de cuento. Esto porque tiene los tres elementos de la creación literaria: el personaje, el ambiente y la voz. En el primero se personifica, en el segundo crea un ambiente para moverse y en el tercero establece una forma de expresarse. Así que trataré mostrar al autor, así no tenga idea de quién es, por medio de estos tres elementos.

El personaje: es escritor joven, de 33 años, citadino, andariego, incendiario y ebrio por la emoción. Estos detalles en conjunto dejan al poeta en la superficie de los sentidos y esto hace que a veces se distorsione la mirada revolucionaria (que desea trasmitir el personaje) en un dolor de vida ante el mundo. Por ejemplo, el poema Niño en busca de forma dice: “recuerdo que vagaba y no había nadie/ a quien quisiera ver y me entretenía/ tan fácil dando vueltas alrededor”. Estos versos evocan al solitario de largas caminatas que habla consigo mismo para acompañarse. No hay nada más deprimente e importante. Así también se ve en el poema Advertencia a los enemigos: “cuando escribo con mansedumbre escribo mal/ el signo de nuestros tiempos es la cobardía/ disfrazada de prudencia/ he acumulado 33 años de libertad para nada/ ya nadie arriesga el pellejo”. 

El ambiente: es la ciudad y a la noche. La ciudad se ve claramente en el poema Bloque: “hay algo detenido en las ciudades/ que no es el tráfico de la tarde”. Y la noche en el texto Insurrección: “siempre un nuevo plan en el bolsillo/ para batirse en la noche”. En ambos escenarios hay iglesias y parques. También calles con semáforos, policías, papas bombas y esquinas. Así se ve en el poema Soy el que vaga en la noche: “de vez en cuando me paro en una esquina/ afilada por la angustia y aúllo aúllo aúllo”. Y es en la ciudad, donde el personaje poeta deja ver sus obsesiones y delirios. 

La voz: es la tensión o tono que crea una atmósfera de intimidad. En este caso la voz está en el terreno de lo ilusorio ya que nace de un impulso incendiario, intrascendente y necesario que afirma la posibilidad de lo inaudito de un espíritu juvenil que abraza el dolor y la soledad. Por ejemplo, el poema Niño en busca de forma dice: “sombra estremecida por un viento nocturno/ en busca de su cuerpo”, como si el cuerpo del poeta fuera la misma noche, pero el cuerpo del poeta padece el dolor y le gusta. Así se evidencia en el poema Soy el que vaga en la noche: “una música de agujas cayendo/ me obliga a seguir andando”. Y anda solo. Y no hay nada más desgarrador que la soledad de un poeta joven porque tiene la mística de lo terrible, que le impide estar quieto. Tal vez, por ello busca silencio en la noche ya que no hay tanto ruido en la ciudad. Tal vez, necesita la soledad para escuchar la voz interior, la fundamental, como lo dice en el poema Mi voz: “como una canoa que se desliza velozmente/ sobre un agua tranquila/ sobre una agua turbia/ mi voz se derrama sobre las cosas”.