Es mujer esbelta, reina indomable de corazón ardiente
Un sirviente firme y vigoroso tal vez pueda tratarle
Un sirviente medio loco atrevido
que no tema al verla
no hable rápido ni lento y con ingenio le quite la vergüenza
Si logras su atención si en verdad la necesitas
róndala mañana y pasado mañana
aparece de pronto
Juega a encontrarla
persíguela no dejes de perseguirla
Cuanto más te sienta más te necesita
más le arde la piel y las ganas de que la tomes a la fuerza
le alces la falda le muerdas el cuello
le digas palabritas dulces al oído que la enciendan acechen exciten…
la mantengan atenta y feroz hasta que se canse, pierda la cordura
Después ábrele las piernas
Entra en ella y mírala a los ojos
Escucha sus gemidos y recuerda los versos que te diga
En ese momento habrás aprendido a adiestrar adiestrando
y serás su dueño y harás lo que pida.