Rodolfo la conoció un sábado o cualquier dÃa, pues para él la fecha es un artificio de la memoria porque los hechos van más allá que una mención en el calendario. Por ejemplo, un tres de noviembre será un tres de noviembre en el 2012 y en el 3000. Lo importante no es el número de un dÃa sino lo que ocurre ese dÃa. Por ello un dÃa resalta y es más importante que otros dÃas cuando hay un valor agregado como un acontecimiento emocional. Pues, los otros dÃas pasan como si uno no los viviera, como imágenes con rodillos que se alejan y alejan y se quedan en la nebulosa. En fin, era un sábado o un dÃa cualquiera cuando Rodolfo la vio con el cabello suelto, sentada en un bar con una cerveza y un cigarrillo. Los ojos de Rodolfo alzaron los cabellos de SofÃa haciéndole rulitos que brillaban en su imaginación. Para él aquel cabello era un manto para arroparse del frio que produce la soledad de chico introvertido que se desparrama en versos. Su mirada, chapola hipnotizada por el reflejo de la bombilla, se sumergió en el resplandor de la cabellera de SofÃa y se encontró naufrago en una cascada azabache con caÃda libre en unos hombros trigueños, que son lo mismo que el abismo.
MANICOMIO 236
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