Ahora que sé que estás al otro lado donde los ojos son obstáculo y tu rostro tiene la simetría del sueño mutable y móvil, todos los rostros visibles se me lanzan como hijos que quieren nacer. Con dificultad trato de ver lo importante. Sin embargo, existo, huelo y mi energía es como un copo de algodón de azúcar, un suculento bocado y la piel poro a poro suda el vértigo de saberte de hace tanto y de hace nada.
Nací entre cultivos de café. Entre tormentas que asustaron el temple del abuelo. Entre carreteras que llevaban a ninguna parte y recorrí incansablemente. Crecí mirando el cielo porque me aburría el televisor. Era insuficiente su pantalla para mi soledad alada
Amé a mi madre porque fue tierra
a mis primeros versos. Extrañé a mi padre porque fue aire a mis manos. Soy el zumbido de un pueblo insostenible en el tiempo. Soy el viento que arrastra el sol hacia la montaña, el silencio y la quietud de los que ya fueron.
2 coment�rios:
Existes porque sientes, porque hueles, porque eres poro, piel y vida, y tu rostro tiene la simetría de una estrella.
Bellísimo tu texto.
Un beso.
Maria
Muchas gracias y una abrazo para de vos con muchas flores.
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