-Mira Jorge que hembrota. EstĆ” como para chuparle la sombra.
-Carlos, yo me cuidarĆa de mirarla mucho.
-¿Por quĆ©?
-Porque hombre que se mete con ella desaparece asĆ no mĆ”s. -¿CĆ³mo?
-Si, vea, el Ćŗltimo que estuvo con ella fue Gregorio, el que tenĆa el puesto de verdura. Estuvieron unos meses y Ć©l no se volviĆ³ a ver. Lo mismo con Gerardo el dueƱo del cafĆ© de la esquina.
-Hombre Jorge, usted es como huevĆ³n. TodavĆa cree en esas tonterĆas. Por eso es que estĆ” solo. Tiene miedo de estar con una mujer. Le teme mĆ”s al miedo que a la brujerĆa y a la mujer…
Carlos se fue y me quedĆ© medio enojado porque no era verdad que tenĆa miedo. Es tanto busquĆ© a MarĆa, la mujer que supuestamente desaparece a los hombres. Lo extraƱo es que desde que ando con ella Carlos me dice que me cuide. La verdad no entiendo cuando Ć©l me dice que ve mĆ”s delgado y pĆ”lido, como sin luz en los ojos. Pero, ahora que lo pienso, los pantalones me quedan como mĆ”s anchos y me siento mĆ”s cansado. He pensado en dejarla, pero me es casi imposible negarme a su sexo oral. Nadie como ella. AdemĆ”s, no quiero dejar de alimentarla. Pues, dice que mi leche es su alimento. QuizĆ”s Carlos venga a visitarme. Hace dĆas que no lo veo.
2 coment�rios:
El anterior era ficciĆ³n, vale, pero este es real, fijo!
Gracias por la aclaraciĆ³n, juro que pensĆ© que efectivamente, andaban investigando el tema :)
Saludo
Balbi lĆ³pez
hay ciertos temas que se investigan desde la imaginaciĆ³n. Pero son muy pocos. Por lo regular la realidad supera la ficciĆ³n. Un abrazo y gracias por su opiniĆ³n.
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