Las calles de la comuna trece de MedellÃn son peligrosas. La sangre de los muertos y el llanto de las victimas callaron todas las cantinas. Desde hace dÃas las cosas empeoran y no hay como remediar la guerra porque nadie quiere remediarla. Marzo inició con una balacera e insultos que hicieron de la ciudad una caldera. Sobre la terraza de las casas se escuchaban caer, como lluvia, los casquillos de las balas.
La guerra de MedellÃn es una guerra de adolescentes porque entre más jóvenes más peligrosos. Entre más jóvenes más amorales, entre más jóvenes más pistoleros... TodavÃa se recuerda el caso de los menores de 17 años descuartizados en la cima de la montaña de Belencito Corazón. También, el crimen impune de los estudiantes que sacan de las aulas de clase para abrirles la cabeza de un... Cada vez parecen estar más enojados.
Tanto silencio asusta. El viento, como en los pueblos fantasmas, silba canciones fúnebres. Solo tres chicos, con morrales, cruzan la calle en dirección a la montaña. Uno de ellos lleva una pala. El tercero, un muchacho que nadie ha visto antes en el barrio, va atrás, cabizbajo. Cruzan el puente y el último edificio. Luego, a las tres horas, vuelven solo dos chicos sin pala…
El silencio aturde. Los pájaros no volvieron por esta parte de la ciudad. Parece que a Dios lo hirió algún joven iracundo.
8 coment�rios:
Amigo, a veces nos pegas una bofetada de realidad, pero haces bien, pues si podemos escribir, también debemos ser un medio para expresar lo que sucede a nuestra alrededor.
América latina toda parece condenada al flagelo de la violencia, Dios no está sólo herido, algunos dicen que ya falleció.
Te dejo un gran abrazo.
Humberto.
Hombre Camilo, he estado por escribir algo sobre el tema ya que estoy tan metido, tan hundido, ya un poco herido de esta comuna trece, al principio los odiaba, los detestaba, no eran más que estudiantes sin cerebro con los morrales llenos de resentimiento y de hambre, pero ahora, comienzo a comprenderlos, creo...
Querido Cami: Hoy sentà q la impotencia y el rechinar de dientes nos unÃa a pesar de la distancia... Me detuve en cada
letra, en cada punto, en cada pausa y extendà mi brazo para encontrar tu mano...
Relataste de un modo bellÃsimo la verdad de esa Colombia, q llevas en la sangre y en el alma, y q hoy nos acercaste de un modo q...
Avanti, compañero:Avanti...
Y Abrazos hasta tu alma, Cami,
Male.
PD: Ahora más q nunca quiero tenerte en El PaÃs de los Bosques, amigo mÃo... Quiero q lleves la voz de Colombia allá!:
Acepta, Cami... sin normas, sin fechas... tu apoyo es para mà muy necesario...
Gracias.
Juan Camilo,
Tanto silencio y tanta violencia asustan y aturden, es asÃ. Tu texto transmite perfectamente ese paso hacia la muerte que nadie quiere remediar. Con sus "madres-causas" que se reparten por el mundo y se llevan la vida de chicos atrapados en ese camino sin retorno que termina con el tiro de gracia de un escuadrón de la muerte, de un compañero, de una sobredosis o de otras formas de traición.
Tal vez Dios se murió para no ver más la indiferencia de los hombres...
Me gustó mucho y me parece necesario decirlo.
Ana
Humberto
Llega un momento que a uno lo habita la realidad que vive y ésta se le sale por los dedos, es incontenible.
lasombradeaquiles
creo entender a que te refieres. la violencia no es un tema que me guste porque termino mal emocionalmente. pero, mi gran hermano, creo saber a lo que te refieres
Malena
cada vez que veo uno de tus comentarios es como si me encontrara con una amiga muy cercana. y si, solo queda la impotencia
Ana
Como dices, es una cosa de nunca parar. Cada dÃa la tensión es una bomba de tiempo.
Hola Juan Camilo, vengo a visitarte desde mi otro Blog y esta vez soy yo la que te ofrezco un colchón de nubes para decirte que no viste los pájaros al final de la tarde porque el cielo se volvió negro, no porque los pájaros no estén. Un gusto leerte. Aunque sea para no compartir, te espero.
De nuevo, yo JC y sólo porque releà tu "Ciudad iracunda" y quiero aclararte que comparto la descripción, pero no la desesperanza.
Algún dÃa, todo esto tiene que cambiar para Latinoamérica. Un gusto.
MIllz M
Gracias por sus palabras. Por estos lados siempre eres bienvenida. Claro que comparto lo de que algún dÃas las cosas tienen que cambiar, lo más seguro es que sea el 21 de diciembre del 2012
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