La trampa

Me gustaba, de chico, ir a la casa del vecino y robarle naranjas. Aunque en mi casa había naranjas no me gustaban porque no me exigían esfuerzo e ingenio y por eso no me sabían tan buenas. En cambio, las naranjas del vecino requerían la formulación de un plan para poderlas saborear. Imaginaba la ruta hasta el árbol, la hora en que debía dirigirme entre el cafetal para que Don Álvaro, el vecino, el dueño de los naranjos (como si los naranjos tuvieran dueño) no me descubriera. Pero ocurrió el día en que me descubrió y mientras pelaba una naranja me dijo que se quedaba con las otras. Me fui para la casa furioso con un naranja en el bolsillo imaginándome como desquitarme. Como él en las tardes pasaba por la casa en caballo imaginé lo que debía hacer. Aproveché que el césped estaba crecido y con cada mano hice un montoncito y los até formando una n. Esa era mi trampa y de esta manera el transeúnte, en este caso Don Álvaro, se tropezaría y trannn… lamentaría haberme quitado las naranjas. Hice cantidad de trampas y me quedé bajo un árbol de café esperando que apareciera don Álvaro. Cuando lo vi en su caballo blanco sentí un vértigo y una descarga eléctrica de satisfacción en el estómago…

- ¡Hifueputaaaa… quién putaaas… hijo de puta… ehhh… ahhh… ayyy… mierda..! dijo don Álvaro mientras se paraba con césped en todo el cuerpo.

De mi casa Salió el abuelo y yo aproveché y lo tomé de la mano y salí, como si no supiera, a ver que había sucedido. Miré a don Álvaro furioso madreando a todo el mundo. Sonreí y mientras se marchaba mordí la naranja que no alcanzó a quitarme. Pocas veces he sido tan feliz.

3 coment�rios:

Belén dijo...

Tienes razón, lo robado muchas veces es más delicioso jajajajajajaj

Besicos

Unknown dijo...

Que trampa. Menos mal que no tenias nexos con la guerrilla, sino, creo que la trampa hubiera sido de otro tipo.
Buen Cami, tenes unos textos muy buenos por acá.
Que bueno leerte de vez en cuando y ver como se nutre este blog de palabras circundantes, transversales y diagonales, que llenan todo el espacio de mi imaginación. Suerte.

Juan Camilo dijo...

Belén
y tiene un sabor que la lengua no alcanza a descifrar

Juan de la cosa
hermano, que alegría saber de vos. siempre seras bienvenido a mi de corazón.