Una definitiva

NO te escribiré más si eso es lo que quieres. Seré breve entonces. Basta de esperanzas, de juegos invalidos del corazón. Pero mi corazón invalido te dice adios con un te quiero entre latido y latido. Aún eres magia que derrota la ausencia. En fin, querida mía, hasta que el azar se acuerde de nosotros.
Saludes a Catalina, la gata que nunca quise.

1 coment�rios:

programador holográfico. dijo...

eso debí decirselo pero con su maldito perro qe me orino.