El hombre mira con peculiar atenciĆ³n a la mujer que aparece en la pantalla de ese aparato. La desea. La mujer sino es modelo, es una presentadora de noticias o una protagonista de novela.
La mujer es bella, su rostro no tiene fisuras o imperfectos estƩticos. Ella es la mujer perfecta, la mujer que vive dentro de la caja.
AĆŗn asĆ, el hombre de entre los cables visualiza caderas, pechos, piernas, nalgas y rostros de las mujeres televisiĆ³n. Cierra los ojos, aprieta los dientes e imagina sus mĆ”s inalcanzables deseos.
El hombre paga la cuenta, se toma el Ćŗltimo aguardiente y vuelve a casa.
En casa lo espera una mujer de carne y hueso. AntĆ³nimo de la mujer televisiĆ³n. La mira de pies a cabeza. Sus cabellos rebujados, su boja desproporcionada al tamaƱo de los ojos. Ćl sonrĆe de desconsuelo, como gesto de resignaciĆ³n. La culpa por ser su mujer y no la mujer televisiĆ³n.
El hombre sabe que su mujer es lo mĆ”s real que tiene y es lo Ćŗnico que lo hace sentir hombre, pero algo en Ć©l se niega a aceptarlo.
1 coment�rios:
oe, viejo. este tema se lo robaste a arjona. se llama mujer de telenovela, hasta le suena mejor al tipo... jejeje.
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