Portales
Ella viene con la lluvia y toca con sus dos manos el cuerpo de él. En el pecho se abre un portón de madera, antiguo. Al fondo de su pecho se ve un hombre sentado en una mesa, con una vela encendida y dos copas de vino. “¡Entra! ¡Es aquí!” dice él. Ella sospecha que desde allí puede ver perfectamente...