El lamento

Durante tres noches, al menos eso es lo que recuerda su hermana, Aurelio se despertó a la 1:26 am y escuchó los lamentos de una mujer que lloraba al frente de su habitación. La tercera noche decidió abrir la ventana y ver quien era la que sufría. Pero sintió un frío muy fuerte en el cuello y un deseo irracional de salir a la calle.

3 coment�rios:

María dijo...

Me gustaría saber qué pasó después.

Un beso.

Charlie El Balsero dijo...

me encanta ese poder que tienes de decir mucho con poco...
saludos
carlos

Juan Camilo dijo...

María
Es precisamente el después lo que hace interesante el antes. Un abrazo

Innombrable
Gracias por sus palabras. hace muchas entradas no lo saludaba. Reciba de mi parte un abrazo.