Una sonada un anónimo, dos sonadas tres anónimos, un escalofrío siete anónimos, cuatro sonadas… Ahh- chooo…

El fin no es ser irrespetuoso con ninguno de los anónimos que me dejaron sus comentarios. No va al caso enojarme con fantasmas. En mi actitud de escorpión sería enterrarle mis tenazas al aire. Es decir, perder el tiempo.

Lo primero que hice al leer los comentarios fue irme al baño y masturbarme. En ese momento pensé, no sé por qué, en una mujer lejana. Apreté en mis manos esa ilusión para que escupiera a los anónimos. Luego prendí un cigarrillo y me senté en la cama.

Pero antes me sorprendió que hubiera tanto doliente con mis textos. Sé que, defensa o sumisión, es usado en contra. Es de entender. Fenómeno antiguo y predecible de la opinión pública. Si alguien dice que otro es un triste de mierda que patina en lo mismo, los otros empiezan a pensar lo mismo y asumen un pensamiento ajeno como propio. Por lo tanto solo me hicieron un comentario digno de responder porque los otros, todos, hasta los que intentaron defenderme, no fueron más que anécdotas del primero. Ocurre. Nos gusta tanto solucionar los problemas de los otros que nos volvemos expertos en el desconocimiento de nosotros mismos.

En cuanto en que patino en lo mismo, mi querido anónimo que es todos los anónimos y que me aventuro a llamar Henry (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia) porque los otros son solo esquilas, le digo: No sé si patine en lo mismo. Y si lo hago es grato saberlo. Si faltarle el respeto a nadie.

Pero miremos bien eso de patinar, cuando lo decís haces referencia a la creación literaria, al estancamiento de los textos por dedicarme a escribirle a una mujer. Bueno, en ningún momento quise hacer lo contrario como tampoco ha sido mi pretensión salvar a la humanidad con mis textos. Es ingenuo pensar algo parecido. Es un artilugio creerse el mesías por estos tiempos.

Vea, esa búsqueda de la estética por la estética, ese acto sisañoso de querer todos los días imponer una moda es una perdedera de tiempo. La moda es para el olvido. Y lo que se hace es halarse los pelos innecesariamente y se acude al espectáculo del insulto y de la crítica para ser tenido en cuenta en algo a lo que no fue llamado. Recordá que la critica es esa señora que está enamorada de los vestidos nuevos. Se los pone y cuando ya no le gusta los deja tirados en un rincón del cuarto. Entonces es cuando el vestido es importante y puede ser de utilidad.

Pero si hay una búsqueda que me interesa y es la de aceptarse como individuo. Hacerse preguntas porque es más valido vivir intensamente una pregunta que ir por ahí juzgando y dando respuestas. En esa búsqueda se acude a la necesidad. Y es la necesidad la que cuenta ese mundo interior que nos habita y nos hace audible esa voz interna atiborrada de tanto movimiento de moda. Es la necesidad, sin importar el campo de acción, la que da las pautas para contar lo que albergamos bajo la piel.

Le confieso, querido Henry, que no pienso en terceros cuando escribo. Sería distraerme de mi propio exorcismo. Si un texto gusta o no a los lectores es cosa de ellos. Eso ya no me incumbe porque para mí esos juicios significan lo mismo: nada. Escribí para mí. Curiosamente se les hace más daño a las personas que no nos interesan porque no pensamos en ellas. Pero soy obstinado, pecador, contradictorio y escribo este texto que es otro esfuerzo innecesario pero me gusta perder el tiempo de esta forma.

Hay otro asunto querido Henry, porque sos todos los anónimos, que me inquieta. Me nombras poeta chilletas con fórmula incluida para crear metáforas. Bueno, es una ingenuidad llamar a alguien de 26 años poeta. Solo a los 28 años si el individuo es juicioso empieza a vislumbrar la reflexión y a pensar por sí mismo. Antes es solo entrenamiento. Por eso es común ver a jóvenes haciendo de todo para encontrar su camino y pintan y escriben y cantan y hacen teatro y cortejan y trabajan en busca de esa puerta para entrar y canalizar sus energías. Entonces es una ingenuidad decir poeta tanto como hacerse llamar como tal. Podrás decirme que existió un Rimbaud o un conde de Lautréamont. Es cierto, pero fueron sus vidas y no las nuestras y sus vidas ya pasaron y son literatura.

Lo otro, de que tengo una formula para las metáforas es la primera vez que escucho tal cosa. Y si la tengo y la sabes, deberías decirme cuál es porque me habrás ayudado y habrás solucionado un debate que viene desde los griegos sobre si hay métodos para escribir un poema o una metáfora. Serías luz para estos tiempos tan oscuros. Pero si es solo por llenarte la boca que decís eso, hermano, sos todavía más ingenuo.

En fin, en este punto voy al baño. Sufro de cólicos por estos días. Cago. Me limpio. Envuelvo papel higiénico en la mano derecha. Continúo con el texto. Y Trannnn… un descubrimiento. Encuentro dos libros que recomiendo a los anónimos para que se instruyan y estén a la altura. El primero es la Poética de Aristóteles y el otro es Como escribir un poema (aunque El abc de la lectura también sirve) de Erza Poud.

En fin, por lo pronto con sus comentarios me limpio la nariz. Una sonada, dos sonadas…. Ahh-chooo … Ahh-chooo… ufá… Los espero con más comentarios. Mientras voy a tirar a la basura el papel higiénico y a cagar otra vez. Ahh- chooo.



4 coment�rios:

Anónimo dijo...

este texto esta mejor que el anterior, sigue así.

att: la re-encarnación de los anteriores anónimos.

Anónimo dijo...

"...qué sombra extraña te ocultó de mi guiño que nunca oíste la hojarasca crepitar...
pues yo te escribiré
yo te haré llorar
mi boca besará toda la ternura de tu acuario..."

Luis Alberto Spinetta


yo sé que haría largos viajes por llegar...

ya no sé si el mar descansará...

Anónimo dijo...

camilo, si hay una fórmula para la metáfora: nosotros mismos. cada poeta es un embudo diferente, a su manera filtra el mundo, lo hace estética y brillo, por que no puede soportar la crudeza de las cosas inhertes. un poeta está adolorido desde sus mas íntimas raíces y por eso busca embellecer su mundo propio, y actua como ecuación de belleza. así que no es de extrañarse que todas las metáforas de un poeta (uno de los autenticos, como ahora lo considero a usted, por que ha sabido alejarse, por que ya no más).
todo poeta es un matemático de la belleza.
me gusta mucho la foto que le puso. eso lo hace mas que un escritor. lo hace un artista, pues es una foto con significado, ¡como aparecés gozandote la vida en medio de tanta lluvia de mierda! Buen diseño.
no estoy de acuerdo en la crítica que le hacés a la busqueda de la belleza por la belleza misma. pero supongo que por algo lo dices.
si en el fondo eres una mujer, si en tu estómago grita todo el día una teta, con boca de pezón, si todos tus sueños son tiernas cuquitas bailando mapalé, piernas solas llendo a misa a coger a pata el cura y pisar las hostias, ¿por que no escribir sobre mujeres? ¿por que no escribir sobre uno mismo? ¿por que buscar renovar la metáfora, y traicionarse buscando lo que no se nos ha perdido? ¿por que buscar tema para escribir, como hace el periodista, si ya somos un tema? ¿quien dijo que los temas se agotaban?

resentidos anónimos: dejen de fijarse tanto en el error ajeno, o por lo menos dejen de encausar sus ruinas sicológicas hacia el odio absurdo. la mala creación no debe importarnos si no para gozarsela lúcidamente. y la buena creación, para lo mismo. y hagan, escriban, pinten, pichen, critiquen, pero hagánlo bien, no sean tan transparentes, por favor, niños, no dejen ver sus miedos y sus demonios de esa manera, que llega a ser burdo.

¿y ahora, quien vendrá a criticarme? ¿creen que me importa?

Anónimo dijo...

Ojo del culo no es mas que eso: un minusculo, dilatado y anciosodepenetracion OJO del culo. Pobre imbecil. Ciertas cosas no se improvisan, la ingenuidad y la guevonada es una de ellas.