220 voltios de Radiación y Silencio para la biblioteca de la memoria



“En la pira bautismal del corazón 
Te nombro para la muerte
Para no perder ya
Tu presencia.”
J.O.

Hay libros que uno deja en la memoria. La mayorĆ­a son de poesĆ­a. Esto, tal vez, porque la fugacidad del poema gusta mĆ”s a la emoción. Por lo general, esos libros que nos acompaƱan en el trasteo o se visitan en la biblioteca son de autores muertos. Por algo, los buenos lectores recomiendan aquellos que han sobrevivido al tiempo. Y bueno, abuso de mi condición de mal lector para agregar a mi biblioteca de la memoria una obra de un autor vivo: Radiación y Silencio de JuliĆ”n Ospina, ganador de EstĆ­mulos al Talento Creativo 2014.  

Me refiero a lo memorable porque de entrada es un libro hermoso, pequeƱo, fĆ”cil de cargar. Es de anotar que las ilustraciones de Alejandro EchandĆ­a son un poema visual. Parece que nada tienen que ver con el texto y a la vez son el texto mismo. 

Al abrirlo uno se encuentra con que es un libro que desacomoda porque el poeta escribe para sĆ­ y no para los demĆ”s. Esto permite que sus poemas sean Ć­ntimos. Cuando me refiero a Ć­ntimos acudo a la valentĆ­a de exponerse: “Solo en ti, amor, puedo odiarme.” Es intimidad que incomoda y desnuda. 

TambiĆ©n fui testigo de su creación. JuliĆ”n tenĆ­a sobre su escritorio un arrume de libros que leĆ­a a la vez. A parte habĆ­a algunas hojas sueltas, sin ilación, bosquejos de poemas. Por ello, Radiación y Silencio agrupa los ejercicios de varias libretas de apuntes: “El garabateo de lĆ”piz/ De lo que ha mucho tiempo/ Consideraste sentido…”. Es evidente la lectura y las correcciones. Un trabajo constante que permite que la inspiración aparezca como un hecho natural. 

Radiación y Silencio es un libro forjado con la espada de la prĆ”ctica que supera la prĆ”ctica. Es decir, llega a lo espontaneo, lo que surge de improvisto, sin forzarse, sin dirigirse. Por algo, el libro no se limita al canto de una musa o temas gastados como el amor, la muerte, la incertidumbre; u objetos decorativos y molestos como el cigarrillo, los bares… MĆ”s que musa, temas u objetos en el libro hay silencio “Voz de lejanĆ­a/ Sentido secreto de las constelaciones”. Es un silencio que aturde cuando aparece el tigre, la montaƱa despierta, el Ć”guila es mediodĆ­a, el poeta estĆ” ebrio de vacĆ­o y la luna llena es el azabache crĆ”neo del bĆŗho.

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