- Les escribo una carta de amor para sus mujeres. Las cartas son efectistas. Vea, si es para reconquistar a una esposa es mejor una carta medio dulzona y cotidiana. Nunca fallan. Soy experto en eso.
- ¿Y cuánto sale eso?
- ¿Cómo?
- No sé, contesta Martin, uno de los ecuatorianos que sabe que sé que todo es una farsa.
- Bueno, es cosa que se debe decidir. Además, por una carta tendrán más que un beso. Dije
- Pero puedes trabajar en el parque, prosigue Daniel, el otro ecuatoriano
Los dos ecuatorianos se vieron. Me dieron los nombres de sus mujeres, Dolores y Milagros. Le escribí las cartas. Pagaron mi pasaje. Sonreí y salí a ver como solucionaba lo del almuerzo. Todavía me falta llegar a Tulcán. Salí a caminar Huaquillas, municipio de Ecuador y a pensar en Jimena, la peruana que me enseñó a abrazar de nuevo. Ay Jimena tus besos aleteo de suspiro me calman el hambre hoy que hace un calor insoportable.
1 coment�rios:
Jimena: se vino camilo?
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