Si todo por estos dÃas da lo mismo: la Universidad cada vez tiende más a la privatización, la indiferencia es el nuevo gobernante de los colombianos, la muerte es el rating en los noticieros, la vergüenza denigra la polÃtica…nada nos satisface, entonces, da lo mismo estar alegre. Porque el que se atreve a sonreÃr se atreve a creer. Y los niños creen al 120% cada dÃa. Si, estas creaturas de orejas grandes, voces alteradas por gas helio, discursos impecables de lo indecible, manitas de ratón gigante, dientes inestables y amarillos, piernas torpes… me enseñaron reÃr todos los dÃas. Porque si la vida es un acto de fé ellos son los monjes que enseñan el cómo creer. Pero, reconciliarse con la infancia puede ser aterrador. Porque al volver a la época en que no existen los rencores se vuelve a necesitar de un guÃa, de un soporte que brinde seguridad y pautas en el camino. La independencia entonces es una niña recostada en la cama, con pijama de boleros, esperando a que le narren un cuento para conciliar el sueño.
MAGIPOEMAS 56
Hace 23 horas
0 coment�rios:
Publicar un comentario