El cuadro de la virgen María


Durante muchos años tuve una especie de muro o pared en la que colgué paisajes que deseaba visitar, retratos de escritores difuntos que admiro, fotografías de mujeres que imaginaba a mi lado, amuletos de la buena suerte; incluso, escribí cifras en papelitos que deseaba ver en mi cuenta bancaria… 

En la medida en que todas esas referencias iban en aumento, llegó el momento en que no hubo espacio para ninguna. Eran tantas cosas para atender que no pude priorizar. Por tal motivo, para no entrar en el dilema emocional de que era más importante, decidí descolgar absolutamente todo. Limpié la pared y le eché una mano de pintura blanca. Después de mucho meditar qué poner se me ocurrió, y no soy religioso, colgar un cuadro de la virgen María. Esas cosas que no se pueden explicar y que lo definen a uno. Lo ubiqué en la mitad del muro y al verlo, sentí que no faltaba nada. 

Al tiempo empezaron a suceder cosas maravillosas. Por ejemplo, por motivos ajenos a mi impulso original de emprender un viaje, como lo es un trabajo o la invitación de un amigo, frecuenté muchos de los lugares que antes había referenciado. Asimismo, conocí escritores vivos que amorosamente me obsequiaron un aprendizaje importante acerca del arte de escribir. También, hablé, besé y amé a más de una mujer. Lo más interesante es que la palabra empezó a funcionar como un amuleto de la buena suerte después de que obedecí al impulso de dejar en mitad de la pared el cuadro de la virgen María. Tal vez, me gusta esa figura sobre otras que habitan las historias de la religión cristiana. Sin embargo, cuando estuve durante horas frente a la pared en blanco, adentro mío, vi ese cuadro. Solo ese. Ese mismo que permanece sencillo y hermoso, en medio de una pared que no es más que un espacio en blanco, un espacio para llenar de sueños al finalizar un año, sueños que ya no se cuelgan en la pared sino en el corazón donde cada sueño brota como una lámpara en el camino.


4 coment�rios:

Karolay dijo...

este me gusto. :)

Black&WhiteAccademy dijo...

Sempre un piacere leggere i tuoi racconti carissimo.
Ci tenevo a darti i miei migliori auguri in questi giorni di festa,
tanto amore e serenità ma non solo a Natale te lo auguro sempre.
Un immenso abbraccio.

Lunna dijo...

Gracias por tus palabras en mi humilde rincón.

Desde hace años he compartido con todas esas personas que el tiempo ha hecho cómplices esos instantes donde mis deseos, mis más escondidos deseos, se convertían en agua para colmar de luz la tierra desnuda de mi piel mientras me acariciaban...me excitaban...las lunas azules de vuestras cálidas palabras.

Desde hace años, en estas fechas tan emotivas, quiero desear que mis palabras y el contorno de mi cuerpo enciendan vuestros más íntimos sentimientos para que nunca nada ni nadie, en el año que se acerca, impida que la complicidad conjugue el deseo de sabernos, que nunca nada ni nadie impida que nuestra complicidad nos abrace en el agua de los sueños.


Besos.


Lunna.

Juan Camilo dijo...

karolay
Un abrazo

Angeloblu
Muchas gracias por tus palabras. Por este espacio siempre bienvenida. Abrazo al corazón.

Lunna
Esos deseos tuyos, por la fuerza de la palabra, tocan el corazón y la piel. Gracias por tus palabras.