Más acá de la piel


Amanda invitó Manuel a su casa. Lo condujo a su cuarto. Dos velas sobre la mesa de noche iluminaban las cartas y versos. Amanda le pidió que leyera. Él, algo tímido, pues se le dificultaba leer en público, escogió un poema y recitó de memoria. La voz de Manuel vibraba dentro de ella, era rumor de agua. Amanda, como una gata, buscó mimos. Manuel con los dedos índice y corazón recorrió el rostro de Amanda. Descendieron hasta el cuello y los hombros. La mujer se acostó en la cama y se introdujo en las cobijas. Manuel la miraba. Ella se quitó la camisa blanca y el pantalón. Manuel estaba inmóvil. Se sentó sobre él. Manuel respiraba con dificultad. En un arrebato abrazó a Amanda y con un movimiento inesperado quedó sobre ella. Amanda sonrió. Él le quitó la ropa interior y observó la desnudez de ese cuerpo que aparecía ante sus ojos como un espectáculo, como la cosa más bella nunca vista. Contempló la piel, los senos, los hombros, los labios, los ojos, el vientre… Era hermosa. Como si se tratara de algo muy delicado, que podría romperse, deslizó sus dedos por el vientre, las costillas y se detuvo en los senos pequeños, del tamaño de unos duraznos y notó como los pezones se endurecían. Con la lengua sintió la textura. Manuel la besó queriendo conservar ese recuerdo para siempre. Amanda, con un movimiento felino, logró ponerse sobre él. Presionó con sus manos el plexo solar y con sus piernas flexionadas, como la ficha de un rompecabezas, se ajustó al amado. Él sintió una humedad cálida y reconfortante. Estuvo tentado a moverse, pero contuvo el impulso. El amor era esa sensación de estar flotando en una bañera de agua tibia. El amor era la respiración lenta. El amor era aquella palabra que brotó, como agua, desde el estómago y subió hasta los labios. Ella empezó a contraer sus músculos internos y en una danza antigua se balanceaba. Al cabo de un rato ambos eran un solo estremecimiento, el impuso de sus cuerpos, el deseo que los poseía, la entrega hasta el límite del esfuerzo físico.


4 coment�rios:

María dijo...

Me ha encantado este relato, amigo Juan Camilo, he ido imaginando las escenas, y me ha parecido muy excitante.

Un placer leerte.

Besos enormes y feliz tarde.

Black&WhiteAccademy dijo...

ho trovato molto piacevole questo racconto,
lettere e versi molto belli,
l'amore è una bellissima sensazione.
Grazie di essere passato di cuore un abbraccio

Juan Camilo dijo...

Maria
Es un poco lo tu haces con la poesía en tu blog. Es decir, un verso tuyo en versión prosaica de mi parte.

Juan Camilo dijo...

Angeloblu
Querida, muchas gracias por el comentario y por tus palabras. Espero seguir viendo tus comentarios. Un abrazo.